Pues allá vamos. Además, el relato debe tener menos de 350 palabras.
Pues allá vamos. Además, el relato debe tener menos de 350 palabras.
Este es el microrrelato escrito especialmente para la convocatoria juevera, de la que esta semana se ha encargado Neogéminis. Así que os dejo con el microrrelato... que es más bien una reflexión.
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Nunca podemos estar seguros de los mundos que contiene un libro. Es cierto que hay libros tediosos, como los que se refieren a materias que no nos gustan y, por tanto, nos aburren; o muy complicados y áridos, como señala la mayoría respecto de los libros de matemáticas avanzadas, teoría matemática del caos o física cuántica.
En el blog de Ginebra Blonde, plantea una nueva idea de micro-relato: uno sobre surrealismo:
"La propuesta estará vigente durante todo el mes. Los textos pueden realizarse en cualquier formato, y no hay límite de palabras.
Me los podéis hacer llegar a través de este mismo apartado de comentarios, o, si lo deseáis, a través de mi correo.
Las publicaciones podéis hacerlas en vuestros respectivos blogs en el momento que las tengáis, vinculándola a este mismo post y dejándome vuestro enlace"_____________________
El ladrón de joyas:
Tomasso había sido apodado el Príncipe de la Noche por un comentarista cursi de la TV después de protagonizar alguno de los robos de joyas más importantes de los últimos tiempos. Nunca había sido detenido y la policía estaba muy perdida a la hora de seguir su pista porque no dejaba huellas.
Pues aquí va el mío (96 palabras):
"El joven entró en la pastelería en cuya puerta había un letrero que decía: "haciéndole más dulce su vida desde 1915". Iba a encargar una bandeja para los que eran sus compañeros en la obra amateur "El hatillo de luna" desde hacía más de un año. Había sido un éxito rotundo: la última representación iba a tener lugar en menos de 2 horas.
Llevaba una lista en un bolsillo con los que quería comprar para ellos, pero decidió que iba a encargar otra para llevársela a casa. Su familia también merecía disfrutar de su más que merecido éxito".
Espero que os guste.
- Tranquila, Mirinda, te escucho.
Su interlocutora se aclaró la garganta y después muy bajo le dijo:
- ¿Qué harías por una amiga?
Este relato se presenta al VadeReto de junio de 2024 y espero que (este sí), cumpla con los requisitos que se señalan aquí.
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El detective enfiló la última parte de la feria con dificultad, porque aún mucha gente estaba allí, unos por curiosidad y otros por la propia diversión. El alcalde no había querido que las atracciones parasen, a pesar del asesinato del magnate de las comunicaciones en otra parte de aquella ciudad de veraneo. Sin embargo, al final de la feria estaba la caseta de la adivina, Madame Jules, que, ante todos los presentes, la noche anterior había predicho el luctuoso resultado. Eso sí, lo había hecho mientras estaba en trance, algo que, como sabía bien el detective, recién ascendido a inspector, podía fingirse fácilmente. Por eso, necesitaba hablar con ella y a ser posible dentro de la destartalada caravana en la que leía la buenaventura: era curioso porque sus predicciones con la bola de cristal o con las cartas no atinaban casi nunca y provocaban más hilaridad que otra cosa.
En este caso, el relato forma parte de la historia, que constituye el principal objeto de este blog y, además, va a participar en la convocatoria "un jueves, un relato", que esta semana propone el blog "La Trastienda del Pecado" con dos condiciones: la historia tiene que explorar fenómenos atmosféricos y no puede tener más de 350 palabras. Pues allá vamos.
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Cuando el oteador, subido al palo mayor, distinguió entre la lluvia y la tormenta al barco pirata que les seguía y avisó, estaba aún lo suficientemente lejos para poder tomar algunas medidas. Sin embargo, la mar picada impedía andar normalmente por cubierta, porque el movimiento del barco era excesivo. Al fin y al cabo, La Perla Dorada del Sur no era más que un barco mercante, con gran capacidad para el momento y el lugar, pero seguía siendo un barco mercante.
"Cada día 1 de mes se publicará una entrada con tres palabras propuestas escogidas al azar. Se trata de escribir un relato de 5 líneas que incluya esas tres palabras.
Importante, las palabras tienen que aparecer en la forma en la que son propuestas, sin cambios. Es decir, si una de las palabras es «nuevo», no serán válidas ni «nuevos», ni «nueva». Sin embargo, sí puedes jugar con el significado; por ejemplo, si la palabra es «vestido», puedes utilizarla como sustantivo (prenda de ropa), o como participio del verbo vestir.
Para que todos los textos sean más o menos iguales, escribiremos utilizando cualquier procesador de texto con fuente Times New Roman, tamaño 12 pto".
Para el mes de mayo, las palabras son "metas", "pozo" y "hablamos". Así que he escrito lo primero que se me ha venido a la cabeza y que cumple los requisitos señalados:
"Cuando llegó el vecino de la parcela de al lado, me preguntó qué metas tenía para este año. Le dije que no había pensado en propósitos para un plazo de tiempo tan corto pero que sí necesitaba que alguien viniera a arreglarme el motor del pozo. Me dijo entonces que tenía que comentarme algunas cosas sobre la valla medianera. Le dije: «Lo hablamos»".Hasta el próximo mes. 🖋️
A través del blog de Nuria Espinosa he conocido este reto de un microrrelato de un máximo de 100 palabras llamado "El pacto de hidromiel", en el que hay que respetar dos condiciones:
Así que aquí va el mío (94 palabras🖋️):
El sacerdote estaba inquieto. Llevaba varios días presintiendo un cambio en los augurios y estos habían pasado de regulares a francamente pésimos. El último había sido que las velas alrededor de las estatuas del jardín del Templo se habían apagado todas de golpe sin haber viento.
Al pasar al lado de la estatua de la diosa de la guerra, le pareció ver a aquel noble guerrero sentado bajo la pérgola. Pero al acercarse vio que la punta de una flecha de obsidiana le había atravesado el corazón. Los terribles presagios habían comenzado a cumplirse.
Faltaban unos pocos minutos para que empezara su examen. El opositor estaba de pie frente a la puerta a través de la cuál se podía escuchar al anterior en la lista terminando el suyo. Miró impaciente su cronómetro y su DNI que apretaba en la mano izquierda, sin saber si la impaciencia era porque quería que llegase el momento o porque no quería. Aquel artículo 1393 del Código Civil le había traído por la calle de la amargura durante todos los meses anteriores. Pensó en aquellos temas que siempre se le iban de tiempo y en aquel otro que odiaba profundamente de forma totalmente irracional. De repente, el anterior opositor paró de hablar y se hizo un silencio incómodo, sólo roto por el sonido de la silla al retirarse de la mesa cuando se levantaba.
El secretario del Tribunal abrió la puerta y, mientras el anterior opositor salió de la Sala, dijo en voz alta:
- Marcelino Álvarez Fuentes.
El momento había llegado. Alea jacta est! se dijo a sí mismo.
(Este relato no tiene relación alguna con la historia que es motivo principal de este blog).